Pero Presidente, cómo se le ha ocurrido invitar a
Merkel a Pontevedra. Esta es una ciudad pequeña, en la esquina de la gran
España y llueve... No seas cenizo, hombre, es mi ciudad y, aunque cuando vengo
últimamente tengo que, digamos, no dejarme ver tanto, me gusta; además, no nos
invitó Obama a su ciudad... ahora cállate que ya viene.
Qué tal el viaje Angela. Bien, perro carray con
ese aerropuerrto de Sasntiagrrroo, menudo airrre. Joder, pues si llegas a volar
hasta Vigo... Cómo, ¿qué dicis Marrriano? Nada, cosas mías, bueno, si te
parece, antes de hablar de nuestros temas me gustaría que conocieras un poco mi
ciudad, Pontevedra. ¿Potenvedrrrra? No, Pon-te-ve-dra. Ah, ya, Pontenvedrrra.
Eso, así es Angela, vamos a ir por la zona vieja, la hemos recuperado en los
últimos años. Ahhh, bounito es. Sí, mira, ese es el Ayuntamiento. Ahhh,
prrreciossso. ¿Nul lo vhemos? No, lo de dentro no merece mucho la pena, mejor
nos adentramos por esta calle hacia el centro histórico; mira este es el
Casino, el Liceo, eh, no lo confundamos... ¿Confundirrrr, con qué? Aquí, en los
momentos señalados se celebran fiestas de gran calado. Clarrro, viene toddo el mundo.
Tampoco es eso, vienen quienes tienen que venir, lo que aquí denominamos la flor
y nata... Ya, ya. Esta es la plaza del Teucro. ¿Y quién es Tucrrro? Pues... uno
de los fundadores de la ciudad. ¡Qué bonito! Muchas terrrrrazasss... Sí, hemos
trabajado duro para que todo cambiara; antes aquí era habitual el botellón, y
pensamos ¡coño!, hay que ser productivos y decidimos apostar por otro modelo.
¿Y fruncionado? Hombre, quiero decir, mujer, claro.
Esta es la calle Real. ¡Ah, Marrriano! vosstrros
y la monarrrquia, cómo soiss. Bueno, no va por ahí la cosa pero para nosotros
nuestro Rey es importante; en tiempos de Aznar... Ah, sí, Annssarrr... Sí
Aznar, él no mantenía buena sintonía con el monarca pero nosotros lo hemos
cambiado; como dicen los jóvenes, ahora hay buen rollo. ¿Rrrollo? Sí, eh... que
nos llevamos bien; mira esta es la plaza de Méndez Núñez y en ese local conocí yo
a Viri, mi esposa. ¿Poco gaaallleja ella? Nada, son cosas de los medios de
comunicación, pero si es de Campañó, un barrio de la ciudad. ¡Carrrray con lo
nombrrre de aquí! ¡Son diffficilels!
Hemoss passado por muchas prrrazas. Sí, es una de
las características de la ciudad, pero ésta es la última; es la de la Herrería,
preciosa, ¿verdad? Ohhh, sí, oye, Marrriano. ¿No hay coches en Puntenvendrrra?
Es que la ciudad tiene todo el centro peatonalizado, es el nuevo concepto de
las urbes. Sí, ess verrrtat. Adimaas leí que tiene rrreconosimientos
interrrnasionalesss. Sí, por lo de la movilidad y esos temas, parece que esas
cosas gustan a la gente. ¿Y gobberrrrna aquí tu parrrtido desde hase miucho? Si
he de serte sincero ahora mismo no gobernamos, lo hace la izquierda
nacionalista; pero todo esto lo habíamos programado nosotros hace ya tiempo,
ellos llegaron y... bueno, ya sabes, se llevaron el mérito. Ahhh, ya, ya.
Perrro parese que la gente no está contenta contijo aquí. Qué nos jritabban?
Noooo, qué va, al contrario, en mi ciudad me quieren mucho, y si vamos a
Sangenjo... ¿Porrr qué huele así, Marrriano? como mierrrda, crreeo que se dise.
Ah, es Celulosas, es la industria de Pontevedra; potente y mantiene la
economía, los rojos quieren llevársela a otro sitio y la verdad es que no sé
por qué. Ya sabes cómo son estos. ¿Quiiieness? Los rojos, hombre, quiero decir,
mujer.
La verrrdad Marrriano, me gustado miucho tu
siudad. Gracias, Angela, sabía que te gustaría. ¡Y no falta la prrrazaa de
torrros!. Hay una gran tradición, ya sabes es muy español... ¿No hay
frrramenco? Síííí, pero como comprenderás, vienes con el tiempo justo y no
podemos verlo todo. Entienndo y ahorrra deberrriamos hablarrr de lo nuestrrro.
Qué sí, mujer, no te impacientes que ahora te voy a llevar a un castillo que
está a pocos kilómetros que es una maravilla; se llama Soutomayor... Ah, ya,
ya. Supongo que irás en tu coche con tu escolta, ellos tienen ya el itinerario.
Ok, muy bbien Marrriano, pues nos vvemos alla. Toma, para que te endulces el
camino, son típicos de Pon-te-ve-dra. Por sierto, Marriano, ¿qué es eso de
sobrrres?, en mi país proucupa y muchjo. Nada, nada Angel, no es nada, cosas de
la prensa; como diría una gran amiga mía, mamandurrias.
Joder, no se entera de nada. Creo que con esta
visita la tenemos en el bote. Ahora la negociación será más fácil. Además los
últimos datos de crecimiento de Alemania nos favorecen y no dependeremos tanto
del francés. Al final, como siempre, me tengo que encargar yo personalmente.
Espero que esté todo preparado en Sotomayor. Sí Presidente. Ya sabes, nada de
marisco que somos austeros. ¿Y el vino? Claro, Presidente. Bien, con un buen
rioja haré mi discurso con más soltura y casi ni se notará que leo, incluso
improvisaré y acabaré con un ¡Viva el vino! No sé yo... Presidente, si será lo
más adecuado. Anda, tú déjame a mí; creo que será un gran día. Sí Presidente,
pero hoy los periódicos, bueno los de siempre, siguen hablando de lo de
Bárcenas. Nada, nada, no te preocupes, esta misma tarde comenzaré a notificar
los cambios en el Gobierno... será una buena manera de desviar la atención.
Para que luego digan que me quedo a la espera.
(En alemán, traducido) Vaya con Mariano. Este se
debe pensar que mi equipo de comunicación es como el suyo. Bonita esta ciudad,
sin duda, aunque huele... Lo que ocurre es que este Mariano se cree que somos
bobos. Se debe pensar que somos esos socialdemócratas con los que tiene que
lidiar en su Parlamento. Señora Presidenta pero ¿no cree que a lo mejor habría
que anunciarle las próximas medidas en una reunión en Bruselas? No. Ya sabe que
las noticias duras hay que plantearlas cuanto antes. ¿Pero le va a adelantar
todo? Claro. Es perentorio que proceda a la privatización de las universidades.
¡Qué se creen estos españoles! Venga, ellos gastan y nosotros pagamos. Hasta
ahora no ha habido rescate con mayúsculas porque la gran Alemania no ha
querido. Si quiero ganar las próximas elecciones tengo que convencer a mi país.
Ya señora presidenta pero... igual no es el momento. Se acabaron las buenas
palabras. Universidades, menos administración pública, empezando por la
reducción de un 20% más de funcionarios, y más privatizaciones, son medidas
fundamentales que tiene que conocer hoy. No sé yo, señora presidente si se lo
tomará bien... Bueno, yo disfrutaré del marisco con el que nos deleitarán y
poco a poco lo vamos soltando. Lo que usted diga, señora Presidenta. Fíjese, me
ha dado una bolsa de Süßigkeiten (chuches), para que me endulce, yo creo
que se huele algo. Por cierto. Recuerda que quiero llevarme a Alemania unas
cajas de albariño. ¡Qué buen vino! y ese licor... Aguardiente, señora. Ese, ese
también. Está ya todo gestionado.
*Publicado en www.pontevedraviva.com