El
calificativo de maleducado, casi por sistema, lo utiliza una parte de la clase
política para desacreditar los gestos de reprobación de quienes no comparten su
punto de vista. En los últimos meses el ejemplo más evidente de esto es el
ministro, antes tertuliano, José Ignacio Wert. La materia que tiene entre
manos, la educativa, es sin duda de las ‘más calientes’ pero su actitud de
echar más leña ideológica al fuego le depara no pocos disgustos. El último en
el Palacio Real de Madrid, donde en el marco de un homenaje a la gran Teresa
Berganza, fue abucheado en presencia de la Reina. Seguro que en próximos días
el famoso adjetivo también será atribuido a quienes protagonizaron la protesta,
no obstante, el paradigma de esa mala educación, según los medios informativos
patrios, ha sido el desplante, gesto o como se quiera denominar, que varios de
los estudiantes más brillantes de este país hicieron al actual titular
ministerial.
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Ese ademán con
"tintes fascistoides", tal y como lo han denominado algunos ‘insignes
periodistas’, da lugar a interpretaciones de todo tipo. Por este motivo, creo
que no es malo recordar la costumbre propia, es decir, la heredada a través de
la familia y de los genes o, en definitiva, lo que papá y mamá te han enseñado.
En mi caso, siempre me han insistido en aquello de dar los buenos días en el
portal, responder al saludo, no perder los nervios ante un gesto, precisamente,
de mala educación, pero también me han inculcado el no callarse ante las
injusticias y defender lo que el sentido común considera lógico en una sociedad
normal. En este sentido, me atrevería a decir que la actitud del ministro, supongo
que por la sorpresa ante la actitud estudiantil, respondió precisamente a los
criterios que ese derecho consuetudinario familiar marca.
La otra cara
de la moneda son los estudiantes. Alumnos brillantes, los más brillantes, que
deciden responder de esta manera a lo que se está haciendo con la Educación
Pública. Aludiendo de nuevo a la costumbre familiar propia, el negro futuro que
se presenta para estos jóvenes justifica este tipo de protesta. A esto habría
que añadir el dato de que los recortes tratan de ser justificados desde un
punto de vista económico escondiendo ‘cierto’ cambio ideológico. Por lo tanto,
y siguiendo con las enseñanzas de nuestros progenitores, permanecer activo
frente a la injusticia resulta necesario. Algo más. El gesto, incluso, honra a estos
estudiantes, puesto que ellos han superado ya y con muy buenas notas las etapas
educativas a las que afectan los recortes.
Es evidente
que la mala educación no termina o empieza en dar o no la mano al ministro en
un acto que, como todos los que se dedican al mundo de la comunicación saben,
tiene mucho de político por aquello de la foto. Por cierto, que la instantánea
final de todos los premiados con Wert se produjo sin ningún problema. Por ello,
a quienes hablan de mala educación por parte de estos brillantes jóvenes habría
que decirles que sólo fue 'a medias'.
Y si este
gesto estudiantil que, desde el Gobierno y posiciones mediáticas afines, han
tildado de maleducado ¿cómo denominamos el “¡Qué se jodan!” de una diputada
popular? ¿Y los abucheos a Zapatero en alguna que otra Fiesta Nacional? Y qué
me dicen del regio “¿Por qué no te callas?” ante las palabras de Chávez contra
el expresidente Aznar ¿Fue maleducado el Rey o el presidente venezolano con su
descalificación? Sin olvidar la peineta de Aznar, que además creó escuela.
Tampoco se pueden olvidar las referencias del tertuliano/televisivo del PSOE Antonio
M. Carmona a hundir otro Prestige “si hace falta” o, ya que hablamos de Galicia
y gallegos, la famosa frase de la máxima responsable de UPyD, Rosa Díez. En las
últimas semanas se ha unido a este club el exedil del BNG por Cambados Xaquín
Charlín, por sus lamentables y patéticas referencias a la vicepresidenta del
Gobierno.
Ahora es cuestión de que cada uno, según su
criterio, haga sus apuestas acerca de lo que es mala educación, libertad de
expresión o gesto transmitido a través de los genes familiares.
*Este artículo, publicado en pontevedraviva.com, es una actualización de La mala educación también publicado en esta bitácora