miércoles, 29 de enero de 2014

Frases de Paula que encienden las alarmas: racismo

¿Cómo atacas con una niña de 4 años el tema del racismo? ¿Qué planteamientos pones sobre la mesa si alguno de sus amiguitos (me encantaría dar a mí con sus progenitores) no se arredran ante sus hijos a la hora de hacer según qué comentarios? El patio de los colegios, en el momento del recreo a la hora de la merienda, debe transformarse en un auténtico parlamento. Es el instante que nuestros hijos aprovechan para ponerse al día de todo lo que sucede en su mundo de piruleta y en nuestro planeta (también el suyo pero desde la inocencia, o eso suponemos) donde se pierden valores en una proporción similar a los prejuicios que se ganan.

miércoles, 22 de enero de 2014

La independencia: de Mas a mi hija, pasando por el Burger King


No, no voy a caer en meterme en eso de la política con mayúsculas, que dirían algunos, y que para mí, visto lo visto, no es más que en minúsculas y siendo generoso. Es verdad que existe cierta relación entre uno de los asuntos que más preocupan a los gestores de la 'cosa pública' española y los pensamientos que se le pasan por la cabeza a mi hija de cuatro años

miércoles, 15 de enero de 2014

¿Y yo cómo te lo explico, hija?


¿Cómo te explico hija...? son las breves y claras reflexiones de la mamá de Paula sobre esas 'cosas' que nos afectan a todos, también a nuestros pequeños, o en especial a ellos. 

miércoles, 8 de enero de 2014

El día de Reyes, Princesa, Paula y papá no está a la altura

Y se acabaron las vacaciones de Navidad ¡Bendita Navidad! que dirán algunos pero para un servidor, debe ser por la edad o porque sí, estas fechas "tan señaladas" ya no están marcadas en rojo en mi calendario. Entiendo que en el de los actuales mandamases sí, por aquello de las contrataciones o el aumento del consumo, "síntoma inequívoco de que empezamos a remontar la 'herencia recibida'", pero sobre todo comprendo que a mi hija las dichosas fiestas le sienten bien. Por primera vez, y esto lo digo desde el remordimiento más extremo, ha adquirido sentido para mí esa frase que tanto había escuchado con anterioridad a amigos con hijos (ante la que yo respondía con un "...vamos hombre, no será para tanto"), antes de iniciar yo mismo esta andadura vital, e incluso a mis padres: ¡Qué ganas de que empiece ya el colegio!