lunes, 29 de abril de 2013

Las mentiras, los nuestros y la paciencia

Desde el viernes se especula y mucho sobre la cantidad de verdades que dice el Gobierno por cada kilo de palabras que pronuncia. Los sesudos analistas tratan de desentrañar lo que dijo Mariano Rajoy este domingo y el núcleo duro de su equipo más próximo tras el Consejo de Ministros. En realidad, creo yo, no hay mucho que desentrañar. El pontevedrés representó, insisto, representó el papel de gallego: "sí pero no, voy pero vengo, subo y/o bajo". Pero esta actuación -siempre he dicho: "sesudo analista no soy pero gallego..."- es una pantomima porque los nacidos en aquellas tierras del último piso, al fondo arriba a la izquierda, sabemos de antemano cuál es nuestra dirección, es decir, si subimos o bajamos.

En este punto una advertencia por salud: 'La lectura de este post no es recomendable para los upydianos. Su autor presume de origen pero puede esconder que en realidad es gallego en el sentido más peyorativo del término'. Por cierto, el caso de la lideresa magenta y Galicia debería ser estudiado en las facultades de Márketing o en los másteres de Comunicación Política bajo el título 'Cómo no rascarla en las elecciones en una comunidad en 8 palabras o una frase'. Desde luego ha logrado Rosa Díez ser el único partido que no consigue nada en Galicia a pesar de haber hablado mal de sus gentes y esto nunca pasa en mi tierra. Para ilustrar esto basta recordar el Prestige, el narcotráfico, Rajoy y sus datos como presidente...

Regresando a la idea génesis de este artículo, tras las palabras "sinceras" según los medios más 'independientes'- ABC y La Razón-, los periodistas más avezados iniciaron el análisis de las mismas. Grosso modo, las tendencias giran en torno a si en realidad Mariano Rajoy se guarda un as en la manga, o lo que es lo mismo, que se pone en el peor de los escenarios para luego, si hay un pleno empleo espontáneo, atribuirse las medallas oportunas y ganar las elecciones de nuevo; o si, por el contrario, no hay conejo en la chistera y las cosas están como están y no mejoran demasiado de aquí a finales de 2015. El paro, a tenor de este hipotético panorama, seguiría subiendo y únicamente respiraría un poco ese negro porcentaje gracias a los nacionales que emigrasen en próximos años. De hecho, si en este año y medio hablan de decenas de miles de personas que se han ido al extranjero a buscarse la vida ¿Dónde estaría el nivel de paro de no haberse producido esa 'movilidad exterior'?

Visión, como el pulpo, 'a la gallega' 

Entre una visión optimista y otra pesimista siempre queda la gallega, es decir, ni sí, ni no, ni todo lo contrario. Cuando a un Gobierno, con su presidente a la cabeza, se le hace la ola cada vez que comparece ante los medios de comunicación, tenemos un problema. Cuando ese mismo dirigente, en sus contadas apariciones rehúye las preguntas y contesta acerca de lo bien o mal que está la meteorología, tenemos un problema. Cuando los ministros, desps de un año y medio en el poder, tienen como mejor argumento para explicar determinadas medidas la 'herencia recibida', tenemos un problema. Cuando el jefe del Ejecutivo utiliza la palabra sincero para apelar a la responsabilidad propia y ciudadana tras incumplir en un  85% el programa con el que se presentó a las elecciones de 2011, tenemos un problema; si el partido del Gobierno se encuentra inmerso en un proceso judicial por presunta financiación ilegal, sobresueldos, corrupción y nadie da una sola explicación creíble, tenemos un problema. Cuando lo único que cumplen Rajoy y su equipo de lo que dijeron a los españoles que harían cuando llegaran al poder es en materias como el aborto y la educación para satisfacer a los sectores más radicales de su formación y de la iglesia, tenemos un problema.

Si unimos todo eso, nos hallamos ante un follón de proporciones desconocidas, sobre todo por la ciudadanía, aunque poco a poco empezamos a ser conscientes de sus consecuencias. Rajoy dijo ayer que saben, él y sus colaboradores, lo que hay que hacer para salir de la crisis. Que se han puesto ya las bases. Esto puede suponer que Mariano actúa como gallego y tiene preclara la dirección a tomar y, por encima de todo, que la misma es la correcta. En definitiva, que sabe perfectamente el pontevedrés si sube o baja, pero no lo desvela para defender los intereses de España y de su partido

Sin embargo, a mí me surgen una duda y una convicción. La primera es despejar la incógnita de que el presidente del Gobierno sabe o no sabe de verdad lo que hace (extendiendo la incapacidad a sus ministros y equipo). Sin embargo, el elegir como ministra de Sanidad a alguien que ha tenido un Jaguar en el garaje de su vivienda desconociéndolo provoca, como es lógico, cierta desconfianza. Hay más ejemplos pero cada cual que añada y extraiga lo que considere oportuno. 

"Por mi hija mato"
 
Por su parte, la convicción tiene que ver con Galicia donde se sigue pagando el aislamiento tradicional al que se ha visto sometida durante décadas. Mientras en el resto de España las encuestas hacen variar el número de representantes por partido político, en aquellas tierras lo nuestro es nuestro. Más allá de fotos del presidente de la Xunta acompañado de un narco, del chapapote como nuevo marisco, de la repetición de apellidos hasta la saciedad en diputaciones y ayuntamientos, de caciques buenos y malos... el PP seguirá ganando, en 2015 y en 2050 porque el espíritu de Don Manuel ahí sigue y seguirá. Además, en el Fogar de Breogán defendemos lo nuestro; Rajoy es hijo de la tierriña y como dijo aquella famosa filósofa "¡Yo por mi hija mato!" y claro, el presidente es de los nuestros, gallego, y por él... Confiemos, tengamos paciencia ¡Manda carallo!
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miércoles, 24 de abril de 2013

La tutoría de Paula: la alegría de la semana

Seguramente la experiencia que he vivido en los últimos días y, sobre todo, el efecto que ha provocado en mí sea común a quienes son padres. Aquellos que no juegan ese papel es probable que no entiendan nada de lo que digo en este post. Tiene que ver con una tutoría con la profesora de la pequeña Paula, mi hija, de 3 años y medio. Son de esas cosas que ahora se llevan mucho pero que, con esa edad, no recuerdo que mis progenitores acudieran a hablar con mi profesora de entonces. Estoy seguro, así lo percibía yo por aquellos tiempos, de que lo de las tutorías era excepcional y por situaciones nada agradables para el alumno. 

Regalo de Paula por el Día del Padre
Volviendo a los tiempos actuales, esta misma semana acudí tras las clases a hablar con la maestra de Paula. No había mediado llamada ni nada por el estilo, simplemente la solicitamos para comprobar la evolución de la pequeña. Lo primero que sentí nada más entrar en el aula fue un regreso al pasado. Han transcurrido muchos años desde mi estancia en lo que por aquellos tiempos se denominaba 'parvulitos' o 'párvulos' pero es sorprendente como, por ejemplo, los olores aunque sea en otra región, otro colegio y otra época, se repiten. Sentados en las mini sillas cuyo gesto supone todo un ejercicio de yoga, nos dispusimos a escuchar lo que sobre Paula su profesora nos iba a decir. 

"No hay ningún problema, al contrario, es una niña despierta y con muchas ganas de aprender". Aunque lo sabíamos, porque somos sus padres, esa primera frase nos tranquilizó y, al mismo tiempo, fue una especie de invitación a hablar, a preguntar. "Nos ha llamado la atención la capacidad de memorizar que tiene, en mis tiempos de profesora, y ya van unas cuantas décadas, he visto pocos casos similares". El subidón es terrible. Incluso me atrevería a decir que en mi cara se dibujó una sonrisa de orgullo un tanto ridícula ¡Qué tiene 3 años! ¡La vida da muchas vueltas!

Tras superar ese momento, Lola (que así se llama la profesora y que, para aguantar lo que aguanta merece, por lo menos, que mencione su nombre) continuó contándonos y enseñándonos algunos de los trabajos de nuestra hija. En realidad eran dibujos de una niña pequeña pero nosotros los observábamos como si de una Picasso en potencia se tratara. ¡Madre mía a qué hemos llegado los padres!

"Una de las cosas que más me ha sorprendido de Paula es su lenguaje..." Ahí enseguida apelamos a nuestras dotes como educadores: "es que nosotros al coche, desde bien pequeñita, le hemos llamado coche y no run run o che..." ¡Medalla al canto para los papás! "Claro, claro. Sin embargo lo que sí nunca antes había visto es a una niña con tan poca edad y con una capacidad de comunicación verbal como la de Paula. Nos cuenta historias y lo hace con las entonaciones, los giros... de verdad que esto me ha parecido increíble" De nuevo la cara se nos ilumina; otra vez esa sonrisilla absurda hasta que... "Supongo que tiene que ver con que los dos sois periodistas..." Este es el mazazo. No es que renunciemos a nuestra profesión, que quede claro, sino que simplemente ella (la profesión) nos deja de lado así que mi reacción, esta sí de record del mundo por la rapidez fue: "pues al periodismo no se puede dedicar". La profesora nos miró sorprendida de ahí que tuviera que reaccionar yo de manera inmediata (aunque sin quitarme la imagen de mi hija dedicándose a esto) para poner sobre la mesa, una vez más, mis dotes de buen padre: "bueno, en realidad, ella hará lo que quiera pero insistiremos en las matemáticas" (¡Si tiene 3 años cenutrio!).

He de reconocer que, en medio de la sensación de orgullo, el halago de Lola a las dotes comunicativas de Paula cayó como un jarro de agua fría. Sinceramente creo que la propia profesora se percató de ello y volvió a destacar algunas cosas de nuestra hija, por aquello de que la sonrisa tonta regresara a nuestras caras. "Otro aspecto a destacar es que Paula es líder, le gusta mandar, dirigir, pero al mismo tiempo es muy sentida, de lágrima fácil". Volvemos a la normalidad de padres orgullosos desvelando ya intimidades familiares. "La verdad es que es un calco de nosotros, pero al 50% por cien. De uno toma el papel de líder; de otro el de la sensibilidad". Ahora adivinad de quien ha heredado esas facetas de su personalidad  ¡Pues claro, como en todas las parejas!

La tutoría iba llegando a su fin y habíamos olvidado ya esa parte 'negativa' que nos llevaba a pensar en el futuro profesional de nuestra hija de ¡3 años y medio!

Como progenitores responsables y orgullosos que somos, en el trayecto de regreso a casa, comentamos aquellos aspectos en los que hay que mejorar, sobre todo para que en la próxima tutoría volvamos a salir con esa cara de bobos que se nos queda a los padres cuando elogian a nuestros hijos. 

¡Ah! La baba cubría todo el coche y no había manera de achicarla. Por cierto, lo del periodismo no lo he olvidado y, más allá de que pensemos que será una gran profesional de este mundo de la información y que todavía es demasiado pequeña, yo, por si acaso, he empezado a hablar de matemáticas y ciencias en casa. Más vale prevenir...

lunes, 22 de abril de 2013

El caciquismo y la herencia gallega

Uno de los programas estrella de la televisión actual, Salvados, dirigió ayer su foco hacia Ourense, el reino del autodenominado 'cacique bueno'. Por una parte la periodista de El País, Cristina Huete, desgranando algunas de las ingeniosas infraestructuras del irrepetible José Manuel Baltar, así como las contrataciones de seres queridos de él o de su partido; por otra, el sucesor de José Manuel Baltar, del mismo nombre con el segundo apellido para distinguirse de su padre, haciendo alardes de comunicación verbal propia de asesores pagados a golpe de talonario (el mejor lo tiene en su propia casa), con una mezcla de colegio de pago, pero sin poder disimular el ramalazo dictatorial de sus palabras (son de esas cosas que uno aprende gracias a la educación paterna). 

Las redes sociales eran ayer un hervidero. Con la vista puesta en Galicia muchos empezaron a llevarse las manos a la cabeza (en sentido figurado) preguntándose cómo es posible que esto ocurra en toda una provincia. 

Sinceramente, digamos que 'algunos' gallegos se habrán quedado como yo, es decir, como si lo que nos estaba contando el programa de ayer por la noche no nos resultase nada desconocido. En aquellas tierras, por desgracia para los jóvenes, durante décadas (y después de la gran emigración de los 60 y 70), no ha habido esperanza de trabajo. A lo largo de todos los años de democracia, en Galicia a la sombra de Manuel Fraga se generó una especie de estado paralelo donde el nepotismo ha campado a sus anchas. Las oposiciones a la Xunta de Galicia o a los Ayuntamientos a lo largo de muchos años se han jugado en despachos y el padrino era el que determinaba quién sí y quién no. En todos estos casos hay que tener en cuenta que siempre, siempre, las cosas se hacían con una contrapartida para el benefactor. Un caso real es el de dos pueblos de la provincia de Pontevedra, gobernados ambos por el PP. En el primero se presenta a una oposición la hija del alcalde del segundo, mientras que en este lo hace la primogénita del regidor del primero. Ambas, como era lógico, aprueban y pasado el período correspondiente y por esas políticas que permite la administración ejecutaron una especie de permuta y pasaron a trabajar cada una bajo el ala protectora de su papá. ¡Es que en Galicia... la Familia es la familia! Y qué decir de las diputaciones provinciales. En alguna, la muerte del padre suponía la entrada del hijo cuyos méritos era... ser hijo del fallecido; una especie de beneficencia mal entendida a la que únicamente faltaba besar el anillo.

Todas estas cosas se denunciaron. Sin embargo, Fraga (de quien era muy conocido su 'buen' humor) fiscalizaba todo y la prensa gallega ha sido una de las más controladas. Por eso, casos como los descritos tuvieron su intento de publicación, pero no pasaron de eso. En cuanto a las denuncias ante los tribunales, la Justicia, sorprendentemente, casi siempre se han puesto de parte de la administración

El cuñado de Rajoy
Galicia durante décadas ha sido una especie de capital del nepotismo, no en vano, don Manuel, con mano en Madrid, era y ejercía como gallego. Sus decisiones rozaron al actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, en un caso que salpicaba a su cuñado. El familiar en cuestión llegó a la Dirección Financiera de la ruinosa Cidade da Cultura de Santiago teniendo en su haber como experiencia una beca en una Fundación (de la Xunta) y trabajar en la administración del servicio de recogida de basuras de Pontevedra para Dragados.

Estas cosas salieron a la luz pública ¿y qué? Cuando sucedió lo del Prestige muchos pensaron que ahí se produciría el final del reino fraguiano. Una vez más se equivocaron. La gestión de ayudas a afectados y no afectados (no recuerdo tanta rapidez en la preparación y repartición de subsidios, ayudas, etc, en supuestos de catástrofes) fue tan importante que, una vez más, Don Manuel ni siquiera se inmutó en las elecciones municipales celebradas solo unos meses después y su partido volvió a ganar.

Hay quien dice que las cosas, con el nuevo equipo de Núñez Feijóo, han cambiado y no lo pongo en duda. Sin embargo, se trata de sentimientos, formas de ser (obligadas siempre por ese espíritu cuasi servil), idiosincrasia o qué se yo que parece que está inoculado y sólo te liberas cuando abandonas la tierra para buscarte la vida por no pertenecer a familias con apellido prominente, parafraseando a Fraga.  

Esto era Galicia. Caciques buenos y malos; nepotismo o enchufismo; reverencia al patrón; obediencia a la iglesia; familias genéticamente superiores... Como decía anteriormente algo se ha evolucionado aunque lo principal es que ahora se sabe que comportamientos así se dan también en otros lugares. ¡Para que luego digan! Los gallegos somos capaces hasta de exportar la gestión caciquil al resto de España. Eso sí la caciquil 'buena', que la mala ya no nos interesa. Para que luego hablen de herencia recibida.
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miércoles, 17 de abril de 2013

Escraches: ¿Afán de protagonismo en la denuncia del alcalde de Guadalajara?

En estas últimas semanas el fenómeno de los escraches ha adquirido una dimensión que ha superado las expectativas de impulsores y detractores. Algunos políticos se han subido al carro de aquello que se ha dado en llamar "dar pena", sin pararse a pensar que ese papel protagonista propio de película melodramática o tragicomedia directamente, puede volvérseles en contra. 

Para que en nuestro país un hecho consiga escalar hasta la categoría de acontecimiento es necesario que los medios de comunicación hagan sus especiales. Es casi una norma no escrita pero si no se da esta circunstancia (que precisa de un repaso a la hemeroteca), entonces el hecho en cuestión se queda ahí. Gracias a esa regla implícita hoy sabemos que el fenómeno escrache, grosso modo, se inició en Argentina y estaba dirigido contra los participantes en el régimen militar que dirigió los designios del país durante años. Este recordatorio sirve simplemente para que representantes de la clase política, como la presidenta de C-LM y secretaria general del PP, María Dolores Cospedal, dejen de aludir al nazismo. Por mucho que repitan este tipo de afirmaciones (por cierto que en este país de fascismo también sabemos un rato y todavía existen reminiscencias en calles y plazas) no se convertirán en ciertas. 

Hay algo que sí ha conseguido Cospedal es que la palabras nazi o fascismo acompañen a escraches en algunos medios de comunicación. Precisamente, ayer se sumó a esas comparaciones peligrosas el alcalde de Guadalajara, Antonio Román, en un programa de 13TV. Bajo el título de 'el alcalde acosado denuncia' (o algo así) me pareció observar un ejercicio de comunicación a la americana impresionante. No voy a ser yo quien defienda o ataque los escraches. Si he de ser sincero me confieso incapaz de adoptar un posicionamiento claro a favor o en contra puesto que, si bien entiendo que alguien que se suma a un movimiento de este calibre lo hace por razones de necesidad, también comprendo el malestar de quien lo sufre. Sin embargo, en el caso del regidor de la capital guadalajareña, tras lo que se pudo ver por televisión, veo ciertos elementos que me llevan a pensar que alguien ha asesorado a alguien, como diría el genial Gila, buscando cierto afán protagonista. 

¿Y por qué esta conclusión? Hay quien señala en círculos próximos al PP de la provincia que los cercanos a Román siguen molestos por el poco 'agradecimiento' que la presidenta de Castilla-La Mancha ha demostrado al actual alcalde y a su gente a pesar de que ha sido "esta provincia la que le ha dado la victoria". Detrás de las razones personales alegadas por el regidor para dejar la presidencia provincial del partido estarían esos motivos. Evidentemente son solo especulaciones. 

Sin embargo, esas elucubraciones periodísticas sin fundamento, adquirieron ayer una nueva dimensión al ver al 'alcalde acosado' denunciar públicamente su situación. No seré yo quien le reste razones al primer edil de Guadalajara; sin embargo, la imagen que ofreció en el programa televisivo en cuestión, custodiado desde un punto de vista ideológico de forma adecuada, me lleva a pensar que algunos tratan de buscar un cierto protagonismo pensando en el futuro.

Es algo similar a cuando Antonio Román, en un momento en que su ciudad se quedó sin medios diarios escritos, defendió el papel de los periodistas. Incluso en el diario El País lamentaba que los ciudadanos “solo pueden criticar aquello que conocen de manera directa”, añadiendo que “a través de las cartas al director se puede criticar o aplaudir al poder. Sin medios de comunicación independientes se pierde la relación de ida y vuelta con los vecinos”. Su municipio ha sido noticia en medios nacionales por, precisamente, perder los soportes donde la ciudadanía podía informarse, lo que sucedía en su ciudad y provincia. Ahora parece que aquellos lamentos de hace poco menos de un año ya no preocupan porque tal vez el actual alcalde, y también diputado nacional, lo que persigue son otras cuotas y cotas políticas más altas. 

Regresando al tema de los escraches y a esos ejercicios léxicos que llevan definiciones poco claras y muy alejadas de la realidad actual e histórica, durante el nazismo se practicaban otro tipo de acciones que nada tienen que ver con lo que ahora denuncian políticos como Antonio Román. Esto es como si uno de esos representantes públicos hubiera llamado a capítulo (de forma directa o con personas interpuestas) a algún director de medio de comunicación para pedir explicaciones acerca del tratamiento de las informaciones publicadas. Es como si, con dossieres elaborados por funcionarios y con el fin de cambiar ciertos enfoques, ese político prometiera alguna campaña publicitaria que, a la vista del 'no cambio' se quedara en el limbo de la propaganda municipal. O esos otros representantes públicos que, por no 'informar' como a ellos les gustaría deciden vetar a un medio de comunicación y a sus periodistas. ¿A eso cómo lo llamaríamos? ¿fascismo, nazismo, libertad de expresión, escraches...? 

Menos mal que en España, en general, y en Guadalajara, en particular, no ocurren estas cosas porque si no sería, desde luego, llamativo y habría que denunciarlo. ¿Y qué diríamos si eso sucede en ciudades cuyos representantes denuncian ahora el acoso de las personas desahuciadas? Por fortuna eso sólo acontecía en épocas pasadas, o no.
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miércoles, 10 de abril de 2013

¿A quién le importa cómo se llama la mujer del presidente?


Cuando un servidor estudiaba, difícilmente durante las etapas de EGB, BUP y COU llegábamos a conocer los tiempos en los que Franco hacía de las suyas en este país al que ahora, unos y otros, sitúan en primeras páginas de periódicos de todo el mundo, casi siempre por cosas nada positivas. Por entonces, hablo de aquellos momentos de formación académica básica, sinceramente creo que sabíamos de antemano que no daría tiempo llegar a esa parte del temario ¿Por qué? No tengo una respuesta muy válida, aunque soy de los que siempre he pensado que si era por cuestiones de tiempo, llegados a esta parte de la película, me ofrecía más un poco de historia contemporánea que de prehistoria, pero bueno, donde hay patrón...

En la actualidad, observando los datos de algunas encuestas, en las distintas fases educativas de hoy nada ha cambiado. Es decir, que si a un adolescente o no tanto le preguntas por quién era Franco la respuesta puede ser desde un portero de fútbol, hasta un actor, pasando por un tipo que tenía máquinas recreativas. ¿Y si la pregunta se refiere al nombre de la esposa del presidente del Gobierno? Entonces... la hecatombe.

Esta reflexión es al hilo de la noticia aparecida en algunos medios de comunicación relativa al inmigrante de origen senegalés que lleva una década en este país y a quien se le ha denegado la nacionalidad por ¡no conocer el nombre de la esposa del presidente del Gobierno! Hay que decir que este 'suceso' tuvo lugar durante el último mandato de Zapatero.

En un país con unos índices de fracaso escolar más que alarmantes, en el que los licenciados cobran 5 euros la hora (6 si tienen idiomas y 7 con un máster); donde de la corrupción no se salva ni el apuntador; una nación en la que gobierna un partido político que en un año ha incumplido el 80 por ciento del programa con el que se presentó a las elecciones. Un país en el que los bancos reciben dinero y a los ciudadanos se les echa de sus casas... ¿Conocen los jóvenes cómo se llama la esposa del expresidente Zapatero? Lo extraño es que el pobre senegalés quiera intentar, siquiera, conseguir la nacionalidad española. No habría que denegársela, sino abonarle una cantidad (en un sobre incluso) por su valentía. Al ritmo al que jóvenes y no tan jóvenes dejan esta nación -Imperio en el que nunca se ponía el sol o Una, grande y libre, rememorarán algunos nostálgicos trasnochados- dentro de poco necesitaremos gente... hasta para trabajar. 

Por fortuna, la Audiencia Nacional ha admitido a trámite el recurso de esta persona y, según su abogado, parece que puede tener buen final. Para los curiosos, las otras preguntas que planteó la funcionaria del Registro Civil de Almería al aspirante a español fueron los colores de la bandera de España y el nombre del Rey. 

Sin duda, a la vista de acontecimientos de este calibre, cabe la afirmación de que Spain is different. Por cierto, ¿cómo se llamaba la mujer del expresidente Zapatero? ¿y la de Mariano Rajoy? No vale recurrir a la wikipedia. Si no sabes las respuestas...Enhanced by Zemanta

martes, 9 de abril de 2013

Thatcher, la gran dama del neoliberalismo

El fallecimiento de la Dama de Hierro ha hecho florecer a los aduladores de un tipo de gestión política en la que lo individual no solo prima sobre lo colectivo y público, sino que si puede (así lo demostró durante años) lo mejor es minimizarlo al máximo. 

Margaret Thatcher murió ayer; desde que se conoció la noticia muchos representantes de la clase política (algunos nombres sorprendentes) se han dedicado a lanzar loas por su manera de gestionar lo público. Sin embargo, sin restarle un ápice de mérito al tener que abrirse paso en un mundo de hombres y hacerlo de forma decidida (en algunas ocasiones exagerada y sirviéndose de acciones que sobrepasan los límites de la decencia humana, por ejemplo, la guerra de la Malvinas y el uso que de ella hizo), quizá también es momento de desentrañar a una política que dirigió un país poderoso con mano de hierro pero de espaldas a la población menos favorecida. Muchos dirán ¿cómo de espaldas si ocupó el puesto durante más de una década? Aquí entra en juego el uso que de los medios y el populismo hacen algunos políticos, en ocasiones de manera escandalosa.

Sus acciones, con privatizaciones de servicios públicos per se, con un antieuropeísmo enfermizo, con un acercamiento a personajes como Ronald Reagan o el dictador Pinochet, con una especie de odio hacia todo lo que oliera a izquierda, sitúan a Thatcher en el extremo de la historia dedicado a los héroes del neoliberalismo. 

En aquellos tiempos de su presencia en Downing Street marcó una línea política argumental que ha servido a los partidos conservadores de casi todo el planeta hasta nuestros días. En este sentido, hoy la Dama de Hierro, que padecía desde hacía años alzheimer, se sentiría más europea, no en vano la mayor parte de los gobiernos del viejo continente (de derechas o de centro-izquierda) llevan tiempo tratando de imitar la gestión que Margaret Thatcher desarrolló en su país durante el tiempo que se mantuvo al frente de Reino Unido. En honor a la verdad habría que decir que los Merkel, Durao, Rajoy, Cameron y compañía son malos imitadores; otra cosa es si esto último es bueno o malo.

Observando desde la distancia aquellos años, analizando la situación actual y tratando de echar un vistazo al futuro, parece que todo lo que está ocurriendo es una consecuencia de aquellas políticas neoliberales puestas en marcha con mano de hierro por quien hoy recibe, sobre todo, parabienes.
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