Y
regresó, volvió el salvador, el irreductible, el verdadero estratega político
al que muchos veneran y no pocos reprochan su papel en esta crisis. Lo hizo
rodeado de amigos, en plan tertulia, solo faltó abrir unas cervezas y poner los
pies sobre la mesa, estilo foto de las Azores. La verdad es que José María Aznar cada
vez se parece más a Mourinho, incluso en la forma de amenazar. Él asegurando que volverá si lo
necesita “la nación española”, recuerda a cuando el
portugués dijo que “igual” se quedaba en el Madrid. Sin embargo, me da la impresión de que, al
final, ambos se mueven por lo mismo: el vil dinero. El Aznar del fútbol para
evitar tener que indemnizar al Real Madrid; el Mourinho de la política porque
tras su paso por la presidencia del Gobierno encontró el maná con sus memorias,
participación en consejos de administración y conferencias por todo el mundo.
Echar en la carretera fuera de España entre el 60 y 70% de su tiempo ya puede
ser productivo porque si no… Además, con lo de los sobresueldos ya no puede
contar porque, supongo, ahora todo estará más controlado.
Pero
Aznar es único. Empezó la charla de bar con los amiguetes hablando de la
competencia, del grupo PRISA y todo porque El País ha publicado lo de Bárcenas
y los sobresueldos, y Gürtel y la boda real de su hija. Ahí se pareció a la Patiño,
aunque sin vena hinchada y a su manera; perdió en cierta medida los papeles,
hasta el punto de que a su amigo Berlusconi le lanzó unas cuantas. Supongo que
habría llamada después para limar asperezas. A continuación
llegó el prohombre de la política, con sus lecciones sobre cómo salir de la
crisis. Esto, sinceramente, me parece lo menos importante de todo el encuentro
entre amiguetes. Quizás habría que resaltar un dato que a muchos se les pudo
haber escapado pero a mí no porque soy un buen periodista y, quién sabe, tal
vez a la siguiente partida de ‘brisca’ me inviten. Centro mi atención en
Marhuenda, gran profesional donde los haya. Aznar le arreó varios directos a mi
paisano Mariano Rajoy y, justo en ese instante, el director de La Razón empezó
a irse de pensamiento de la reunión de amigos. Se sintió dolido y es lógico. Si
alguien en mi presencia habla mal de mis colegas Ángel o Javi, me enojo y no me
callo. Pero el exsubordinado de Rajoy aguantó el tipo, como debe ser, por eso
el dirige un periódico tan importante y yo no.
Lo de atacar a la izquierda y a los nacionalistas por parte de José María Aznar entraba en el guion establecido. Siempre, con los secesionistas, ha tenido una relación de amor (como cuando ganó las primeras elecciones en el 96 y, tras los cánticos de “Pujol enano…” de sus fans les mandó callar y pidió respeto, llegando a confesar que hablaba catalán en la intimidad) odio (cuatro años después no hizo falta, ya tenía la mayoría absoluta y de respeto, ni una pizca). Al final son mamandurrias, como diría una de sus admiradoras.
A medida que avanzaba la charla entre amigos, estos se iban soltando, interrogando al estratega con destreza y valentía. Incluso, en un momento determinado, alguno de los tres periodistas presentes se atrevió a cuestionar el milagro económico de la época presidencialista de Aznar. Lo hizo para establecer la conexión entre las medidas adoptadas por su Gobierno que condujeron a la época dorada de España, y la actual crisis económica, consecuencia directa, según algunos economistas rojos, de la burbuja inmobiliaria… Vale… es verdad. No lo preguntaron pero en sus caras se vislumbró la intención y teniendo al amigo enfrente, en ocasiones así, sirve.
En definitiva, treinta y tantos minutos de entrevista, quiero decir reunión de amiguetes, en las que José María Aznar dejó un titular: ¡Mariano!, como no espabiles… ¡ojo que vuelvo! Y ahí todos firmes pero con una cara de satisfacción, excepto Marhuenda, porque, como muchos indicaban ayer en las redes sociales “Vuelve el hombre y sus circunstancias”.
Es esta una visión de la charla entre coleguitas de ayer en Antena 3 en la que participó José María Aznar, expresidente del Gobierno. Pero para otros la ‘reunión’ fue una entrevista que se analiza siguiendo este enlace.