jueves, 26 de abril de 2012

Los cargos de Salgado: la herencia recibida

En una situación como la actual, con millones de españoles en el paro y perspectivas muy negativas para otro buen número de personas, el PSOE sigue dando de comer a las gallinas. Desde hace mucho tiempo su secretario general está desaparecido. No opina de nada y si lo hace es de manera sutil y, casi siempre, abstracta y vacía. Es evidente, y esto lo saben Rubalcaba y sus asesores, que el Gobierno y su partido justificarán cualquier comentario o juicio de valor en "la herencia recibida". 

Sin embargo, hay quien está sacando mucho provecho de todo esto. La exministra Elena Salgado, en menos de cuatro meses es pluriempleada, y no con minijobs, sino con puestos de representación, tal vez vacíos de contenidos, pero bien repletos de pecunio. Zapatero sabía que nada bueno iba a sacar del 20N, fundamentalmente porque renunció a su ideario, a su programa político en favor de unas políticas marcadas por el clan Merkel-Sarkozy. Lo que no teníamos tan claro era que quienes compartieron con él los consejos de minsitros pudieran sacar provecho del dramático devenir económico. 

Salgado en momento alguno, su primer puesto en Endesa le llegó al poco de dejar el Gobierno, ha siquiera disimulado. Este segundo en Abertis, se acaba de conocer ahora y no sirve la excusa de que era en esta compañía en la que estaba antes de ser ministra. Como dice el viejo refrán, además de serlo parecerlo, y a los socialistas se les exige este cumplimiento más que a cualquier otro partido, con independencia de que debería ser una cuestión regulada de manera adecuada, con el requisito indispensable de la renuncia a la 'ayudita' de dos años.

¿Cómo no va a pensar mal la ciudadanía? Lo primero que se viene a la cabeza de cualquier persona es que hay que pagar favores. En unas condiciones económicas como las actuales ese pensamiento se vuelve indignación un segundo después de tener constancia de la noticia. 

Y mientras, Rubalcaba, ¿qué hace?. Sería conveniente y necesario cara a la opinión pública que el líder del PSOE mostrara su punto de vista a través de algún tipo de manifestación, una reprobación de este tipo de hechos que tan poco gustan a los 'contribuyentes', sean o no votantes de su partido. Es poco comprensible el silencio en estos casos. Si se le critica a Rajoy porque es capaz, incluso, de escabullirse escondido para no tener que dar explicaciones sobre las medidas que adopta el Gobierno que dirige, también debe cuestionarse la actitud de la oposición y de su máximo responsable. 

Seguimos esperando a Rubalcaba. Tiene que responder y aclarar la postura del PSOE en relación con los cargos de Elena Salgado sin olvidar la entrada en prisión de un exconsejero andaluz.

Me temo que al final, también le va a caer encima a Zapatero, y lo de Salgado, al igual que sucede con los recortes del Ejecutivo de Rajoy, es para Rubalcaba una consecuencia de "la herencia recibida".

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