martes, 8 de mayo de 2012

Del gafe a los hitlerianos

Hoy toca, como no podía ser de otra manera, una de bancos, banqueros y políticos metidos a tal menester. Sin duda, en nuestro país, el paradigma de este rol ha sido, es y será Rodrigo Rato. Su experiencia en los últimos años así lo demuestra. Tiene el título, impuesto por el mismísimo Aznar cuyas palabras se esperan ahora como agua de mayo, de casi salvador económico de la patria, por lograr durante su presencia en el Gobierno que nuestra economía se pegara codazos con las de otros países por ocupar un lugar en los cónclaves G. Claro, tenía truco, el del almendruco de la construcción sin ton ni son, con consecuencias para el futuro que... bueno ya las estamos viendo y padeciendo. Por cierto, que luego llegó  ZP y siguió en las mismas aunque sí logró su silla (prestada por nada más y nada menos que Sarkozy) en las reuniones G. 

Rato, tras sufrir el desplante de Aznar que eligió a Rajoy para continuar con su magna obra, encontró acomodo en una organización sin importancia: el Fondo Monetario Internacional. No dejó buenos amigos por allí, según cuentan las crónicas, y al final incluso le tacharon de poco diligente (entre otras lindeces durante su estancia, el Fondo ponía como ejemplo la economía de Islandia, y criticaba a los bancos canadienses, los únicos que se han librado de esta vorágine económica). No hay que olvidar los líos de Lehman Brothers. Saltaron 11 meses después de su adiós al FMI. Dejó su puesto, si no recuerdo mal, alegando motivos personales. 

Al poco tiempo, Rodrigo Rato, (de familia con apellido prominente como diría don Manuel), llegó a una de las joyas de la corona del imperio Aguirre, y de la mano de varios próceres del Partido Popular (y también del Socialista, no lo olvidemos); a la lideresa la jugada le salió bien a medias porque ella tenía planes para su número dos en la Comunidad de Madrid, Ignacio González. Aun así, en los mentideros capitalinos se consideró una jugada maestra del exalcalde y ahora ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, similar a la ejecutada con su sucesora, Ana Botella. Caja de Madrid se transformó entonces en Bankia, pero su situación, la de Caja Madrid y la de las otras entidades que se fusionaron, pudo con la nueva entidad debido a un pasado dinamitado por el ladrillo, precisamente la clave del despegar económico español durante los ocho años de Aznar, con Rato en su equipo. 

¿Y ahora qué? Rodrigo Rato se ve obligado a dimitir por 'presiones', dicen los medios serios, de su propio partido. Hay quien se atreve a decir hoy mismo que este movimiento es clave para salvar el sistema financiero español ¿Alguien se lo cree? Yo no. De nuevo volverán las luchas intestinas porque Aguirre querrá tener su cuota de representanción, o por lo menos mantenerla. Asimismo, igual que sucede con algún periodista de renombre, a Rodrigo Rato se le empieza a considerar gafe, porque por donde pasa... Eso sí, siempre de donde sale o se va, lo hace con indemnizaciones generosas. Yo también me quiero ir al paro así.

Ahora, a cambio de los recortes en educación y sanidad, se destinan alrededor de 10.000 millones de euros públicos para 'salvar Bankia'. Así es el sistema y los españolitos tenemos que hacer oídos sordos o mirar para otro lado. El Gobierno hace las cosas, toma medidas, adopta decisiones por nuestro bien. La oposición se queja, patalea, defiende acciones por las que no se inclinó cuando estaba en el poder. Los ciudadanos, por su parte, a seguir aguantando el chaparrón. 

A modo de conclusión simplemente añadir la clave, desde mi punto de vista, de todo este deterioro. Es el germen perfecto para los ultras, los nazis, los grupos extremos, en definitiva, los nuevos hitlerianos que con demagogia y un poquito de imaginación llegan a los corazones de la gente, sin siquiera tratar de alcanzar sus cerebros, mediante el discurso fácil de echar la culpa a los de fuera, la nacionalización (¿les suena?) y un rancio patriotismo de mentira (¿me vuelve a sonar esto, verdad?. Y mientras los políticos... a lo suyo, cada vez más alejados de la sociedad. Así les va, así nos va.

1 comentario:

  1. "Es el germen perfecto para los ultras, los nazis, los grupos extremos, en definitiva, los nuevos hitlerianos que con demagogia y un poquito de imaginación llegan a los corazones de la gente, sin siquiera tratar de alcanzar sus cerebros, mediante el discurso fácil de echar la culpa a los de fuera, la nacionalización (¿les suena?) y un rancio patriotismo de mentira (¿me vuelve a sonar esto, verdad?"

    A usted no sé a qué le sonará; a mí me suena a izquierda de la de toda la vida. Entre otras cosas, porque Hitler y su partido eran, propiamente hablando, de izquierdas. Así, no es de extrañar que el voto del FN francés se haya decantado, en segunda vuelta, por Hollande. Pero vamos, que tiene usted razón, que este clima de disolución social propiciado por las políticas de izquierdas de los últimos años a nivel mundial sólo puede traer como consecuencia más desesperanza, más demagogia, más acoso a la libertad y más autoritarismo, es decir, más izquierda.

    Postdata: vigile las concordancias de género y la morfología de las oraciones, porque es usted todo un ejemplo demostrativo para quienes afirmamos que el periodismo español está bajo mínimos...

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