miércoles, 13 de junio de 2012

Cortinas de humo sin humo

Nuestra clase política, en los últimos años, ha dado verdaderas 'lecciones' de gestión, y de ahí la situación en la que nos encontramos ahora. Lo curioso de estos meses de Gobierno popular es que las diferentes medidas adoptadas desde La Moncloa, vía aceptación europea, han ido acompañadas de 'otras' que en tiempos pasados eran calificadas de cortinas de humo.

Sin embargo, las condiciones se han vuelto tan anormales, o normales según se vea, que el artilugio ampliamente utilizado por la clase política de todos los países (y que incluso ha dado pie a varias películas) de tanto usarlo, ya no rinde lo esperado. 

No es cuestión de utilizarlo mucho o poco, sino de saber hacerlo con precisión. El anterior Ejecutivo de ZP decidió acudir a este mecanismo para tratar de convencer a unos mercados hambrientos de víctimas y ambiciosos hasta el límite. Para ello, abrió diferentes frentes a la vez que aderezó con expresiones como "brotes verdes", "champions league de la economía", "sistema bancario más fuerte", etc. Ninguno de ellos funcionó porque la realidad era otra.

El cambio de Gobierno y el acceso de MR a La Moncloa suponía, para algunos, la llegada de aire fresco necesario para poner las cosas en su sitio, ¡y vaya si las ha puesto!. Hasta el momento, y recorte tras recorte sobre todo en políticas sociales para alcanzar el maná de la austeridad, las decisiones adoptadas por Rajoy siempre, o casi siempre, siguen la misma hoja de ruta (expresión que también apareció y mucho durante el Gobierno Zapatero):

- Anuncios tras consejo de Ministros. Ya no hay lunes; la moda ahora son los viernes al sol.

- Decisiones en fin de semana: el último ejemplo el del denominado 'no rescate'

- Echar la culpa a la volatilidad de los mercados: la última vez, ayer mismo el ministro de Economía y ¿Competitividad?

- Poca presencia del presidente en los medios: aquí habría que hacer una salvedad. En junio se acumula la Eurocopa, Roland Garros; en julio, el Tour y los JJOO, de ahí que esté justificada la no comparecencia del presidente.

- Discursos escritos: es evidente que la mejor improvisación es la preparada, pero si se tienen que anunciar medidas, creo que importantes para la población en general, sería bueno que MR no leyera sus discursos.

- Encomendarse a los santos: ésta es de nueva creación pero también funciona, no olvidemos que España tiene casi tantas iglesias como bares.

- El uso de expresiones como 'no engañar', 'el cambio', 'sabemos lo que hay que hacer', 'decir la verdad'... se han incorporado a las declaraciones habituales de los representantes del partido que gobierna.

En definitiva, un guión muy preparado a priori pero que se adereza con cortinas de humo que, en el caso de algún/a representante público se han convertido en chistes de mal gusto (suspender final Copa del Rey, ETA, independentismo, facturas impagadas producto de la herencia socialista, ley del aborto, etc). En nuestro país, los medios de comunicación alineados (casi la práctica totalidad, además de algún otro camuflado) aparecen como palmeros sin rubor, a diferencia de lo que sucedía con ZP. 

No obstante, hay algo con lo que no contaba Rajoy y es que los medios extranjeros, de todos los signos, no solo no jalean esas medidas, sino que las critican. Aun así cuenta el presidente con la ventaja de que esos periodicuchos y televisiones de medio pelo lo hacen en un idioma que el pueblo llano no conoce. ¡Ay, la pérfida Albión!

PD: Los responsables de comunicación de Moncloa deberían tener más ideas innovadoras a la hora de dar a conocer las decisiones del Gobierno. Supongo que la poca presencia de MR en los medios se debe a una estrategia para no desgastar su imagen. Y yo me pregunto: Si hasta ahora ha batido el record de desgaste en menos tiempo, ¿por qué no cambiar?. Por cierto, ha estado bien lo de la escenografía estilo Obama del domingo.

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