martes, 3 de septiembre de 2013

Bale, el del Madrid, y los datos del paro

Ya lo anunció el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, desde Soutomaior, Pontevedra, y luego lo ratificó su todavía número dos, María Dolores Cospedal, ayer mismo desde Génova 13. Los datos del desempleo correspondientes a agosto son "históricos". Hoy se han conocido de forma oficial y, en efecto, suponen la mejor cifra de los últimos 13 años. Sinceramente, cuando el domingo escuchamos a Rajoy y un día después a Cospedal mostrarse satisfechos por el número de personas que encontraron trabajo a lo largo de agosto, algunos empezaron a pensar en cifras de cinco o seis dígitos de menos en las listas de los servicios estatal y autonómicos de empleo...
En el PSOE, incluso, hubo quien estuvo a punto de empujar a alguien por las escaleras para que pareciera un accidente y propiciar la renovación de un partido perdido en el tren del terror, entre la incertidumbre interna y los eres de Andalucía. 

La patronal, con Rosell a la cabeza y Díaz Ferrán en prisión, tras aplaudir las últimas medidas de la mejor ministra de Empleo de la democracia, esperaban algo similar como paso previo para la instauración de un nuevo tipo de contrato laboral, la semi-esclavitud. Todos aplauden con decisión y levantan sus brazos en señal de júbilo y alegría, alguno solo una de las extremidades.

Y entonces, a primera hora de la mañana, se dan a conocer los datos y... ¡31 personas han encontrado empleo! ¡31 parados han dejado esa condición en agosto! ¡31 españoles, con brazos en alto o no, han pasado a formar parte de las estadísticas de ocupación! Sin duda es un gran dato, una cifra limpia que además deja de lado, por su magnitud, las 99.000 almas que han dejado de cotizar a la Seguridad Social, pero que no se notan porque continúa en más de 16 millones las que sí lo hacen. 

Al margen de los agoreros, y a la espera de la valoración de Floriano, siempre y cuando su ordenador se encienda, lo ocurrido en agosto es un nuevo síntoma de la clara mejoría que está experimentando la economía española, de ahí que la euforia del presidente esté plenamente justificada. 

¡Ah, por cierto! En estos datos ha intervenido de forma clara el fichaje de Gareth Bale por el Real Madrid. Una vez se haga el correspondiente análisis de las 31 personas que han dejado de estar en las listas del paro, se confirmará la aseveración anterior. A lo largo de casi una semana el club blanco se ha visto en la obligación de montar y desmontar el palco de honor del Bernabéu. Las dimensiones del fichaje del segundo jugador más caro de la historia son acordes al tamaño de la infraestructura para su presentación. Y ahí está la conexión. Casi con seguridad, los 31 nuevos ex-parados han sido los encargados de dicho escenario. 

De todo esto, además, se deriva otro dato importante. Como esta operación se ha tenido que repetir en varias ocasiones debido a la incertidumbre por la llegada del galés al conjunto de Chamartín, los 31 contratados tampoco formarán parte de las listas del desempleo en septiembre, de manera que en octubre, al margen de más cifras, esa treintena de personas volverán a ser noticia. ¡Para que luego digan que el fútbol solo genera riqueza a las estrellas!

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