viernes, 6 de diciembre de 2013

Paula, era Nelson Mandela

¿Sabes una cosa, hija? Se ha muerto Nelson Mandela. Tú, con tus cuatro años, todavía no eres capaz de entender y comprender la figura de un hombre que luchó por su vida pero, por encima de todo, por la de su pueblo, su país, a costa incluso de su propia existencia. Ha muerto como había vivido. Con honestidad, con clase, con honor y un respeto mundialmente ganado a base de sacrificios, honradez y saber estar. Es evidente que con tu edad aún no atisbas su importancia para este planeta en el que llevas muy poco tiempo y al que has llegado, quizás y aunque sin guerras mundiales latentes pero sí convulsiones de todo tipo, en uno de los instantes más delicados. Hija, precisamente con su muerte este mundo, nuestro mundo, acaba de perder a uno de sus bastiones.


Cuando papá se queja de los periódicos o despotrica de lo que ponen en la tele... olvídalo porque con su adiós Mandela ha logrado que todos, más allá de ideologías, se pongan de acuerdo en el elogio y eso, pequeña, es mucho. Me atrevería a decir que, a diferencia de otras ocasiones, se agradecen los especiales de los medios de comunicación. 


¿Sabes hija? Madiba (abuelo) apelativo con el que se le conocía, trabajó desde la dialéctica, desde la palabra, por la democracia, la reconciliación de su gente con los blancos, verdaderos artífices a través de su maldito Apartheid del surgimiento del mito. Debes saber que Mandela, más allá de abuelo, fue un político, un hombre dotado de esas virtudes que la naturaleza otorga a unos pocos, a los elegidos, para bien o para mal. En su caso no hay discusión. Ahora mismo no sabes siquiera dónde está Sudáfrica. Tienes cuatro años. Para tu consuelo muchos de los que tienen la edad de tus padres tampoco, aunque espero que esa ignorancia la suplas con la lectura. Tu madre y yo siempre te decimos que los libros son el pasaporte que te acercará a lugares muy lejanos en distancia, pero muy próximos en humanidad; además te servirá para tirar a la basura los prejuicios que despierta el miedo a la diferencia ¡Ay pequeña, cuántos problemas nos traen esos prejuicios! Así que, tenlo en cuenta.

En un tiempo como este, un momento en que se echa de menos a personas que tengan la capacidad de la negociación desde la perspectiva del bien general, la figura de este hombre, de Nelson Mandela, se hace todavía más grande. 

No sabes quién es y mucho menos qué ha hecho a lo largo de su vida. Lo más importante no son los 27 años que ha pasado en prisión, ni que haya sido un destacado luchador por los derechos de los negros (en su patria y en el resto del mundo). Lo más destacado de su legado es que todo lo ha conseguido desde el respeto a los demás, en especial hacia aquellos que nunca se lo demostraron a él. 

Paula ¿recuerdas que alguna vez hemos hablado de unos premios que se dan a personas que hacen cosas importantes? Bueno pues Nelson Mandela es tal vez el Premio Nobel de la Paz más merecido de la historia, uno de los grandes personajes de la especie humana cuya obra no borrará el paso del tiempo.

¿Sabes una cosa, hija? Se ha muerto un ser humano ejemplo para el resto. Espero que con los años, más allá de como se desarrollen los acontecimientos, tú sí seas capaz de valorar la magnitud de sus actos. 

Hoy Paula, este día de diciembre de 2013, es muy triste. Nuestro mundo, se ha quedado huérfano. Ya lo entenderás hija.

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