viernes, 21 de febrero de 2014

Buena suerte Charlie

El título de esta entrada se refiere a una serie de televisión del canal Disney Channel que a mi hija le gusta mucho. Sí, ya sé que no es políticamente correcto relacionar los gustos de una niña de cuatro años con la 'caja tonta', pero es lo que hay. Somos unos padres 'modernos' pero Paula empieza, en realidad desde hace tiempo, a tener sus propios gustos a la hora de ver la tv, y es su momento de ocio; además, ¿cuántos de vosotros veis lo que los gurús denominan telebasura? (sobre esto se podría hablar largo y tendido, pero en otro momento). 


El otro día tenía varias reuniones/encuentros en Madrid con alguna posibilidad (aquí le echo imaginación porque la realidad...) de trabajo digno. Algún compañero/amigo, una cadena de televisión nacional (¡Qué nivel!) y otras historias que no vienen al caso o que es mejor no mencionar por aquello de la dignidad del trabajador. Es evidente que el estado de ánimo particular presenta las subidas y bajadas propias de una montaña rusa. Hoy, arriba, va a sonar la flauta; mañana, pasado mañana y al siguiente, cojamos las maletas y emigremos. 

Paula es consciente de todo, como la gran mayoría de los niños, así que esa mañana, cuando íbamos camino del cole le comenté: 

- Bueno hija. Hoy cuando entres en el cole, además de un besito de despedida, me tienes que desear suerte.
- ¿Por qué, papá?
- Porque voy a Madrid.
- Es verdad. Y a qué vas.
- Pues... un poco a la aventura.
- ¡Ah! A la aventura. ¿Y qué aventuras tendrás?
- A ver si papá encuentra un trabajo decente.
- ¿Sabes papá? Yo en el cole tengo muchos trabajos. El otro día Lola (su profesora), nos enseñó cuentas. Y con unas me arrugó el papel, pero otras las hice bien. Yo trabajo mucho en el cole.
- Claro. Como debe ser.
- Papá ¿qué es buena suerte?

Evidentemente, mi respuesta intentó ser lo más explicativa posible, aunque intuyo que no acerté demasiado porque enseguida ella cambió de tema y regresó a sus tareas. A partir de ahí, la conversación se centró en lo que ella hace en el cole y 'su trabajo', una charla que ya nos ocupó hasta el destino porque, como ya he comentado en más de una ocasión, Paula habla... y mucho

Una vez en la puerta del centro, y tras el beso y achuchón de rigor, ella se dirigió al interior. Con sinceridad, supongo que tras intentar explicarle el significado de 'buena suerte' y ver su interés, me olvidé totalmente del asunto, así que una vez que comprobé que había accedido me di la vuelta para irme cuando de repente...

- ¡Papá, papá, papá!
- Qué pasa hija.
- Que... ¡Buena suerte Charlie!

Se dio la vuelta y se dirigió a su aula para 'trabajar'. Qué queréis que os diga. Mi cara, además sorpresa seguro que reflejaba una satisfacción indescriptible. Ver su sonrisa diciéndome o deseándome suerte a su manera me llegó, como dirían los modernos, a la patata. El efecto de que tu hija te diga algo así es que el día será mejor de lo normal, por lo menos en lo que al estado de ánimo se refiere. Del mismo modo, y por una vez, pude extraer algo positivo de la serie de televisión en cuestión. 

Por cierto, en las reuniones en Madrid... no tuvo nadie ni siquiera el detalle de desearme "Buena suerte, Charlie"

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