domingo, 27 de octubre de 2013

Quiero ser como B(eckham)OTÍN


Aquí no hacemos películas serias sobre el dictador, futbolistas o artistas (con curiosas excepciones). Nada de eso. Las dedicamos a Duquesas, precursores del pelotazo venidos a menos y elevados a más por obra y gracia de la televisión ultra... mundana, o sobre tanto monta, monta tanto. Todo ello bajo la mirada del nuevo Ministerio de Crítica Cinematográfico-televisiva. Ha llegado, por tanto, el momento de reivindicar un film dedicado a uno de los grandes banqueros: Emilio Botín.

"Es un momento fantástico. A España le está llegando dinero para todo". Esta contundente afirmación del presidente del Santander, pronunciada allende los mares, en la capital del mundo y cuna de las finanzas y dirigida al universo, es su última aportación a esa Marca España que nos llena de orgullo y satisfacción.

Es merecedor de una película similar a la de la adolescente que quería ser como aquel futbolista inglés cuyo palmarés no se acercó ni de lejos a su cuenta corriente (de ahí el título de este artículo; rebuscado sí, pero no se me ocurría otro). Un homenaje, en definitiva. Botín controla con mano de hierro su banco y algunos afirman que también el exterior; aseguran que fiscaliza lo que nos hace buenos o malos, ricos o pobres, públicos o privados, culés o madridistas. En 2011 habló de recuperación y Alabó a ZP 'el innombrable' (ya se puede nombrar porque en la vorágine de la propaganda editorial le han dejado resucitar en una entrevista amistosa con preguntas y respuestas de una profundidad propia de Futboleros).

Su pasado, presente y futuro como banquero está garantizado. Como adivino… ya es otra cosa. Dicen que Rajoy y Sandro Rey, desde que Botín dijo lo que dijo en NY, están acongojados pensando en el de la ‘herencia recibida’. Sin embargo, hay que entender su postura. El Santander sigue en beneficios, no cesan sus planes de expansión y los datos que maneja responden a su cartera... de clientes. Quiero ser como Botín. Da igual quién ocupe La Moncloa, sea de derechas venido al centro, o de izquierdas que gira no se sabe muy bien hacia dónde; él, el banquero, siempre estará a su lado por deferencia a esta España de la que tan orgullosos nos sentimos todos (menos Albert Pla).

Debemos celebrar el hecho de contar con alguien así. La cantidad de parados es una 'mamandurria', como diría la lideresa (¡la original, eh!); frente a la destrucción de empresas, se sitúan esos autónomos que se reinventan para pasar de ser escayolistas a impulsores de las nuevas tecnologías… de su casa. Y los investigadores que, antes de dar el salto a la fama científica, se foguean repartiendo donuts a 600 euros al mes.

Él es el adalid de una banca que está cerca de arrebatar a la iglesia su estatus de salvadora aprovechando, como ejemplar hombre de negocios, la coyuntura de la reconstrucción eclesiástica bajo la dirección de un psicoanalista argentino. Mientras el Vaticano involuciona (a juicio de los instalados muy a la derecha del Santo Padre), la banca con el Santander a la cabeza evoluciona y es el trampolín de la redención económica, moral y juerguista typical spanish.

Añadamos ahora el incremento del número de nuevos millonarios. Si te preguntan ¿prefieres estar con esa clase cada vez más numerosa de pobres de solemnidad o con la élite económica? Pues eso, que cualquier joven de buena famil… voluntad quiere ser como Botín, con quien además tiene ya algo en común: el conocimiento sui generis de la lengua inglesa.

Dejémonos de teorías económicas keynesianas o chicaguianas. Rajoy, De Guindos, olvidad el déficit, la deuda y la prima, el consumo y las importaciones, las balanzas comerciales y los índices industriales negativos ¡el dinero llega y de qué manera! Científicos, investigadores ¡dejad atrás espíritus aventureros y movilidades exteriores! 

Y todo esto sin que Alonso despegue con su Ferrari matrícula de Santander porque cuando lo haga… 


Aprovecho este instante para decir que, si a alguien le aparece en el frigorífico, en el coche o bajo el sofá un fajo de billetes, no lo utilice. De ese 'mogollón' de parné que llega a espuertas a la península, es la parte que me corresponde. Por cierto. Que nadie se inquiete. Aunque Bárcenas está de vacaciones, han comenzado ya el proceso de selección del que saldrá el nuevo repartidor de sobres. Casi seis millones de personas han enviado ya su CV.

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