domingo, 15 de julio de 2012

El perdón de la banca gallega

Estos días en Galicia los diferentes medios de comunicación publicitan una campaña de Novagalicia Banco que es positiva por dos motivos fundamentales. Por una parte, porque la misma logra el objetivo, por lo menos entre los gallegos, de cierto perdón, es decir, el fin último que persigue. Seguramente esto sea así porque en estas tierras y los que de aquí tenemos ese carácter. No quiere decir esta afirmación que seamos fáciles de convencer, ni mucho menos, sino que simplemente gozamos de una paciencia infinita que sólo se ve alterada cuando el tiempo pasa y la solución que buscamos no llega. Por ahí, NCG, la empresa o personas que hayan ideado la campaña, han sabido tocar la fibra sensible de los moradores de esta tierra. Pero ojo porque la paciencia no es infinita. 

Por otro lado, también es positiva porque el dinero que se está gastando la entidad financiera para limpiar su imagen viene muy bien a los diferentes medios de comunicación, muchos de ellos en números negros.

Queda una segunda visión de todo esto y es la de las responsabilidades y el peso de la ley que debería caer sobre los que engañaron a muchos de los pequeños ahorradores que se ven inmersos ahora en un callejón sin salida. Parece que el Gobierno central tampoco va a poner de su parte en esto y las medidas que propone son propias de países a los que cada vez nos parecemos más. Han convertido este asunto de las preferentes en un corralito en toda regla. 

Y todo esto sin Don Manuel. ¿Qué diría y haría Fraga ante una situación como la que afecta ahora mismo a miles de gallegos? Sus sucesores no están a la altura de las circunstancias, a lo mejor porque Don Manuel lo hubiese resuelto con su habitual mano dura. Los de ahora buscan ¿negociar? para traspasar el problema a otras instancias del Estado. Al final, como siempre en estos tiempos de zozobra económica, los perjudicados son los mismos. ¿Quién se acuerda ahora de Caja Castilla-La Mancha? Cuando saltó el asunto de la entidad manchega el PP hizo campaña política y miles de ahorradores decidieron retirar su dinero por lo que pudiera pasar. 

Pasado el tiempo, entidades dominadas políticamente por los populares, es decir, Bankia, CAM, Banco de Valencia, Novagalicia Banco, han contribuido de forma decisiva a la tormenta perfecta bancaria. Son claros ejemplos de que los políticos con disfraz de banqueros únicamente lo hacen bien en carnaval. ¿Qué pasaría si quienes han puesto su 'granito de arena' para generar esta situación acabasen en prisión? La ciudadanía comprobaría que nuestra democracia es de verdad. 

La campaña de Novagalicia Banco insiste en pedir perdón. ¿Cuántos responsables políticos y financieros de este país tienen que pedir disculpas? No hagan cuentas: muchos, demasiados. Sería un primer paso, pero insuficiente.

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