Como futbolero que soy, sabes que siempre hablo de algún jugador que lleva ese número porque me gusta mucho como juega o porque me disgusta su forma de actuar y comportarse.
El siete es también sagrado en algunas religiones, aunque como bien conoces, en estas cosas no nos metemos.
El siete, según leí y copié de algún sitio, decía Hipócrates que "por sus virtudes ocultas, tiende a realizar todas las cosas; es el dispensador de la vida y fuente de todos los cambios, pues incluso la Luna cambia de fase cada siete días: este número influye en todos los seres sublimes”.
Hay quien dirá que siete años no son nada, y yo añadiría que, a veces, son todo un mundo, agradable, pero que marcan muchas cosas.
En los últimos siete años hemos vivido la muerte de gente importante en diferentes ámbitos -de algunos te he hablado en esta bitácora-, el último, sin ir más lejos, hace muy poco, un Premio Nobel de la Paz que tanto hizo por los suyos y por los de enfrente. Llegó hasta donde le dejaron.
Tú y yo, en este tiempo, hemos discutido más de 7.000 veces, reído por encima del triple; te he castigado injustamente en cientos de ocasiones y te he levantado el castigo, también de manera injusta, en otras tantas. Me he quejado de algo que habías hecho tropecientas veces, y tú has protestado una cantidad igual.
En este tiempo hemos visto unos cuantos capítulos de dibujos, me has pintado las uñas, nos hemos maquillado la cara, viajamos menos de lo que nos gustaría, hemos jugado cuatro millones de partidas al veo veo, al Uno, a las cartas de Frozen. Hemos cantado cinco mil veces Miña Terra Galega y Legalización y las hemos aborrecido... hasta que volvemos a ir a la 'tierriña'.
En siete años me has hablado de tus 'novios', del 'chico' aquel que le pidió a su hermana que te escribiera una carta, de los enfados con tus amigas... ¡Las veces que has planteado tener un perro! Pero en honor a la verdad, así como lo dices, entiendes que no es posible.
Ya ves Paula. Siete es nuestro número de la suerte. El año que viene por estas fechas el 8 será el encargado de los buenos augurios. Felicidades pequeña.
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